Cómo es la modalidad de San Huberto

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san huberto enrique de castro

El San Huberto es una modalidad que refleja en una breve simulación lo que es la caza en estado puro, ya que su reglamento se basa en el cumplimiento estricto de las normas que debería regir en nuestras jornadas diarias de caza.

La base de la modalidad de San Huberto se centra en el respeto por la naturaleza y la deportividad. El cazador siempre deberá llevar un equipo acorde con el terreno, climatología y la especie sobre la que se va a realizar la prueba(ropa, arma, munición,……) demostrando su detallado conocimiento en estos aspectos.

La prueba consta de un terreno delimitado acorde con el tiempo que se da para realizar la prueba (20 min.) para dar el tiempo a recorrerlo en su totalidad (representaría un Coto de caza en el que tienes que respetar los límites).

En el campo tendrás un mínimo de tres piezas sembradas de las cuales solo puedes abatir 2 (como un cupo que se debe respetar en un coto de caza para preservar la viabilidad de una especie) y el resto de piezas encontradas se volarán sin poder abatirlas.

El cazador portará 6 cartuchos, de los cuales nunca podrá utilizar más de 4 y los otros 2 serán para llevar siempre el arma cargada, como acción de caza pero sin poder disparar ya que de lo contrario conllevaría a una eliminación inmediata.

En resumidas cuentas una combinación de 4 disparos y 2 piezas en cualquier orden.

La caza siempre deberá ser abatida a una distancia mínima que permita su aprovechamiento para el consumo ya que este es el fin último de la caza, disfrutar de los manjares de nuestra tierra, de forma natural y sostenible.

Al perro para San Huberto se le juzga, al igual que en el ejercicio de la caza, una búsqueda ordenada con el aire a favor para facilitar la labor de localizar a los pájaros y mantener siempre el contacto con su dueño ya que, los dos forman un equipo, trabajando juntos con una misma finalidad.

Cuando el perro localiza una pieza deberá mostrarla y guiará a la orden del cazador para que este la levante hacia donde se pueda disparar sin peligro, siempre respetando las posibles zonas de seguridad marcadas por el juez (público asistente, Carretera…)

Una vez abatida la pieza, el perro deberá permanecer quieto ante el vuelo y el disparo esperando la orden de cobro, la entrega de la pieza deberá ser a la mano del cazador.

El perro siempre será juzgado por el estándar de su raza.

 

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